¡Bienvenid@s a nuestro primer artículo del blog de Biomimicry Granada!
Todos estamos viviendo estas semanas una de las situaciones más complejas que hayamos vivido en nuestra vida. Estamos teniendo que adaptarnos a una nueva manera de ver el mundo, a un nuevo estilo de vida, y estamos dando prioridad a muchas de las cosas que antes no la tenían.
Una de las acciones que priorizamos actualmente, ante muchas otras, es la limpieza, tanto en nuestro hogar como en todo aquello que entra en nuestro entorno y, por supuesto, a nosotros mismos. Pero, ¿cómo lo hace la naturaleza? ¿seremos capaces de aplicar en nuestra realidad algo de esos millones de años de evolución?
En este artículo vamos a descubrir y profundizar en cómo limpian estos 3 organismos de nuestro entorno: el hongo saprófito, el gato doméstico y la gamba roja.
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El hongo saprófito (“limpieza” de su entorno)
El hongo saprófito (proviene del griego sapros = putrefacto y fyton = planta) se alimenta de toda aquella materia orgánica muerta o que se encuentra en descomposición en los suelos de nuestro entorno.
Los podemos encontrar de manera frecuente en nuestros ecosistemas e intervienen en la mineralización de los restos vegetales para que posteriormente puedan formar parte del humus.
La alimentación de estos hongos se lleva a cabo mediante la “solubilización” del material que colonizan, previa la liberación de enzimas, y la posterior absorción de los compuestos resultantes.
Podemos hallarlos con facilidad en multitud de entornos como grandes bosques aunque gracias a su multitud de formas y su capacidad para degradar diferentes materiales podemos verlos en lugares tan dispares como maderas empleadas en la construcción o plantaciones de árboles frutales.
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El gato doméstico (autolimpieza)
¿Sabéis que su nombre científico es “Felis silvestris catus”?
Aunque todos nosotros solemos conocerlos como gato doméstico o símplemente “gato”, en realidad el nombre en muchas lenguas proviene del latín vulgar catus. Paradójicamente, catus se refería a los gatos salvajes, mientras que los gatos domésticos, en latín, eran llamados felis.
Si nos fijamos en detalle en su mecanismo de limpieza, vemos que está situado en su lengua áspera formada por papilas cónica de queratina. Gracias a estas puede beber introduciendo la lengua en el líquido y cogiendolo entre sus orificios o también peinarse arrastrando la suciedad y pelos muertos.
Actualmente este tipo de gatos domésticos suelen estar acostumbrados a comer pienso comercial, pero sus ancestros (a algunos en ciertos entornos como pueblos y zonas rurales) utilizaban esta característica lengua para separar la carne de los huesos y espinas del pescado.
En esta fotografía podéis observar muy de cerca esas papilar cónicas de queratina y cómo se extienden creando esas cavidades cuando la lengua se dobla de forma convexa. Cuando un gato te lame, a parte de significar que te siente de su familia, puedes notar la aspereza de su contacto pero incluso con esta forma no produce ningún daño en la superficie. Esta característica de la lengua está adaptada completamente a sus funciones.
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Gamba Roja (limpieza a otros organismos)
La gamba roja (Aristeus antennatus) es una especie de crustáceo de la familia Aristeidae que podemos encontrar por todo nuestro Mar Mediterráneo. Suelen medir entre 10 y 18 cm, aunque se pueden encontrar hasta de 22 cm. Su nombre proviene del color rojo vivo de su cuerpo, combinado con bandas de tono azulado en el caparazón y de bandas de tono claro en la zona del abdomen.
En esta foto podemos ver el curioso comportamiento entre la gamba roja y la morena (Muraenidae, familia de peces anguiliformes).
En la naturaleza podemos encontrar muchos y curiosos casos de cooperación entre organismos en los que siempre hay un beneficio mutuo. En este caso la morena no puede limpiarse los restos de comida que quedan entre sus afilados y puntiagudos dientes. Así que la gamba roja se pasea tranquilamente entre esta boca abierta (y que daría miedo a cualquiera), para limpiarla de estos restos. De esta forma la gamba consigue alimentarse y la morena obtiene a cambio una boca limpia, ¿qué más se puede pedir a un dentista submarino?
Estos son algunos de los casos de organismos que conocemos y seguro que hemos visto todos en algún momento de nuestra vida. Pero en la naturaleza podemos encontrar infinidad de conocimiento adaptado a su entorno de lo que podemos aprender mucho, así que la pregunta que nos hacemos ahora es:
¿podremos extraer de todo este conocimiento alguna aplicación a nuestras necesidades actuales?
Os dejamos esta pregunta en el aire y ojalá que podamos caminar hacia un futuro más fuerte, cooperativo y aprendiendo de la naturaleza con la biomímesis.
Cerramos este artículo esperando que estéis bien, que os hayamos descubierto una nueva pizca de la naturaleza de nuestro entorno y os invitamos a conocer las características de estos organismos más en profundidad en nuestro instagram → https://www.instagram.com/biomimicrygranada/